Tanto si eres de esas personas a las que les gusta definirse el pelo con frecuencia (moldeados, alisados, etc.), como si simplemente te lo secas a diario, debes saber que cualquier aplicación de calor externo hacia el cabello puede dañarlo. Por eso, es importante proteger tu pelo del calor de las planchas, secador, cepillos alisadores, rizadores, etc.
A continuación voy a darte una serie de consejos para no dañar tu cabello cuando le aplicas calor, pero ten en cuenta que el aparato en sí es muy importante y siempre es mejor que inviertas en calidad, sobretodo si lo usas cada día.
Protege tu pelo del calor con:
¿Qué encontrarás en esta guía?
¿Cómo proteger tu pelo del calor del secador?
Secarse el pelo a diario es común en las personas que tenemos una melena larga, sobretodo en invierno, pero muy pocas se plantean que eso pueda suponer un problema para la salud de su cabello.
Quizás te ha pasado que te notas el pelo dañado y reseco, y que por más que te apliques mascarillas reparadoras o aceites nutritivos, no mejora. Pues déjame decirte que todo eso puede ser debido a un mal uso del secador y que, para mejorarlo, puedes seguir los siguientes consejos:
1. Retira el exceso de agua
Cuanta menos agua tenga tu pelo, menos tardarás en secarlo y menos tiempo estará expuesto al calor.
Te recomiendo usar una toalla de microfibra para retirar el exceso de agua, sobretodo si tu pelo tiende a encresparse. Las toallas convencionales hacen que el pelo tenga más electricidad estática y, por tanto, que aparezca más frizz.
Tampoco es recomendable frotar el pelo con la toalla, ya que puedes dañar la fibra capilar, lo mejor es envolverlo, por ejemplo mientras te vistes.
2. Usa un protector térmico
El protector térmico es el gran olvidado de entre los productos capilares, pero es muy importante su uso, ya que protege la fibra capilar, evitando que con el calor pierda proteína e hidratación.
Puedes encontrarlo en formato de crema o espuma, pero el más típico es en espray pulverizador y, aunque se puede aplicar en seco o húmedo, en este caso lo harás en húmedo, justo antes de usar el secador.
En cualquier caso, escoge uno que se adecúe a tu tipo de pelo y, sobretodo si lo tienes rizado o fino, asegúrate de que no te va a aportar peso y no te va a deshacer el rizo ni engrasarte las raíces.
Al aplicarlo, fíjate que cada mechón tenga protector, no sirve de nada que solo te lo pongas en las capas externas del cabello.
3. Regula la temperatura
Es normal poner el secador a máxima y temperatura y velocidad para acabar cuanto antes mejor.
Hay que evitar hacer esto por defecto, es mejor dejar una temperatura más baja y jugar con la velocidad del flujo de aire. Aunque tardes un poco más, es mejor no exponer el pelo al calor extremo.
También es recomendable que el secador tenga la opción de aire frío y usarlo durante el secado para bajar la temperatura del cabello o hacia el final para fijar el resultado.
4. No acerques mucho el secador al cuero cabelludo
El cuero cabelludo se resiente mucho con el calor, por eso, en la medida de lo posible, mantén el secador a una distancia prudencial (unos 20 cm).
A veces esto no es posible. Si estás definiendo con el difusor, no te queda más remedio que acercarte al cuero cabelludo. Lo mismo pasa si realizas un moldeado y quieres alisar las raíces.
Lo que nos lleva al siguiente punto:
5. No mantengas el secador mucho tiempo en una misma zona
Mueve el secador por todo el pelo y no te quedes más de 30 segundos en una misma posición para no sobrecalentar solo una zona de la cabeza.
Es mejor pasar varias veces por un mechón durante todo el secado, que no quedarse en dicho mechón mucho tiempo hasta que esté completamente seco.
¿Cómo proteger tu pelo del calor de las planchas?
En esta categoría entran planchas, rizadores, cepillos alisadores y cualquier aparato definidor que no emita aire por sí solo, y debes centrarte principalmente en:
1. Seca el pelo completamente
Antes de pasarte las planchas asegúrate que el pelo está completamente seco. Si empiezas a alisarte y ves que sale vapor, para y sécate el pelo.
Puedes secarlo al aire o con secador, pero en este último caso, debes dejarlo enfriar antes de empezar con el planchado para que no se caliente en exceso.
Si el pelo está húmedo mientras te pasas la plancha, se genera vapor dentro de esta y el cabello se cocina literalmente, provocando daños en la cutícula y volviéndose quebradizo.
2. Usa un protector térmico
Al igual que con el uso del secador, con planchas y rizadores también debes usar un protector térmico para evitar que el calor esté en contacto directo con la cutícula y esta no pierda elasticidad y resistencia.
Puedes aplicarlo con el pelo seco, justo antes de pasar la plancha y asegúrate de que lo repartes bien por todo el pelo, sobretodo en las puntas, que son más delicadas.
3. Ajusta la temperatura
Es habitual pensar que por poner la máxima temperatura el planchado será más eficaz y el resultado mejor. Nada más lejos de la realidad, un pelo dañado, reseco, débil, no va a quedar bien en ningún caso. El primer paso para que quede bonito es cuidarlo, y en eso la temperatura juega un papel muy importante.
Adáptala según tu tipo de pelo y lo sano que esté. La recomendación es:
- Pelo fino, dañado, decolorado o teñido: hasta los 160º, ya que es más delicado y el más propenso a perder hidratación.
- Pelo normal y sano: 185º. Algunas planchas profesionales, como las ghd, tienen esta temperatura establecida, puesto que es la más óptima, y trabajar por encima de esta de forma habitual llega a perjudicar la salud del cabello.
- Pelo grueso y rebelde: entre los 185º y 230º. Es el tipo de pelo que más aguanta y puedes usar un poco más de temperatura si lo necesitas.
4. No planches varias veces un mismo mechón
Otro error que repetimos siempre es pasar una y otra vez por un mismo mechón, cuando lo recomendable es dividir el pelo en secciones, coger mechones pequeños y pasa una única vez por cada uno, de forma lenta. Si aun así necesitas repasarlo, espérate a que se enfríe de nuevo.
5. No aprietes el mechón
Para acabar, recordarte que no debes apretar el mechón con todas tus fuerzas. Es lógico pensar que cuanto más aprietes, más efectividad tendrá la plancha, pero no es así. Cuanto más aprietes más achicharrarás el pelo.
Pasa la plancha de forma lenta y suave, el resultado será el mismo (o mejor porque el pelo no se dañará) y tu cabello te lo agradecerá.
Consejos y recomendaciones adicionales
Uses el elemento de calor que uses, hay algunas acciones que deberías realizar siempre o, al menos, tener en cuenta:
Uso de mascarilla semanal
Realiza mascarillas, ya sean caseras o compradas, al menos una vez por semana y durante más de 10 minutos. Que sean hidratantes, reparadoras y/o nutritivas, para que tu pelo tenga todo lo que necesita para mantenerse sano.
Limita el uso de estos pequeños electrodomésticos de calor
Si puedes evitar secarte o plancharte el pelo cada día, mejor. Utiliza buenos productos de lavado y definidores, que no ensucien tu cabello para poder espaciar los lavados y que tengas que secarte o moldearte el pelo lo menos posible.
- El pelo fino, decolorado o teñido es el que más sufre y con el que debes tener más cuidado.
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